Cuatrocientos setenta años después, el rey Benjamín enseñó a sus hijos “el idioma de los egipcios”, que no sólo era el idioma de las planchas de oro sino también el de las de bronce (Mosíah 1:1–4).
La frase “egipcio reformado” aparece en el Libro de Mormón únicamente en Mormón 9:32, y parece tratarse de una frase que se refiere a una variante del idioma que usaban Lehi y Nefi.
En Mormón 9:32–33, Moroni señala que, en su época, aproximadamente unos mil años después de los días de Lehi y Nefi, tanto el egipcio como el hebreo habían sufrido modificaciones y ya no eran los idiomas que usaban Lehi y Nefi.
