Imposición de manos

 


La acción de colocar las manos sobre la cabeza de una persona como parte de una ordenanza del sacerdocio. Muchas de las ordenanzas del sacerdocio se llevan a cabo mediante la imposición de manos, por ejemplo, las ordenaciones, las bendiciones, la bendición de los enfermos, la confirmación como miembro de la Iglesia y el conferimiento del Espíritu Santo.

> Moisés puso las manos sobre la cabeza de Josué, como Jehová le había mandado, Núm. 27:18, 22–23 (Deut. 34:9).

> Jesús sanó a unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos, Mar. 6:5 (Morm. 9:24).

> Los Apóstoles les impusieron las manos a los siete que les ayudarían, Hech. 6:5–6.

> Se confería el Espíritu Santo mediante la imposición de manos, Hech. 8:14–17.

> Ananías restauró la vista de Pablo poniendo sobre él las manos, Hech. 9:12, 17–18.

> Pablo le impuso las manos, y le sanó, Hech. 28:8.

> Pablo enseñó la doctrina del bautismo y de la imposición de manos, Heb. 6:2.

> Alma ordenó sacerdotes y élderes por la imposición de sus manos, Alma 6:1.

> Jesús dio a sus discípulos el poder para conferir el Espíritu Santo mediante la imposición de manos, 3 Ne. 18:36–37.

> Tendréis poder para que a aquel a quien impongáis las manos, le confiráis el Espíritu Santo, Moro. 2:2.

> Los élderes impondrán las manos sobre los niños y los bendecirán, DyC 20:70.

> Recibirán el Espíritu Santo por la imposición de manos, DyC 35:6 (AdeF 1:4).

> Los élderes de la Iglesia impondrán las manos sobre los enfermos, DyC 42:44 (DyC 66:9).

> Los hijos recibirán la imposición de manos después de su bautismo, DyC 68:27.

> El sacerdocio se recibe mediante la imposición de manos, DyC 84:6–16.