El Cordero

 


"De vez en cuando, una oveja dará a luz a un cordero y lo rechazará. Hay muchas razones por las que ella puede hacer esto. Si el cordero regresa a la oveja, la madre puede incluso patear al pobre animal. Una vez que una oveja rechaza a uno de sus corderos, nunca cambiará de opinión. Estos corderitos inclinaran la cabeza tan bajo que parece que algo está mal con su cuello. Su espíritu está roto... Estos corderos se llaman "bummer lambs" (huerfanos o rechazados)". A menos que el pastor intervenga, ese cordero morirá, rechazado y solo.

   Entonces, ¿sabes lo que hace el pastor? Lleva al pequeño rechazado a su casa, lo alimenta a mano y lo mantiene caliente junto al fuego. Lo envuelve con mantas y lo sujetará contra su pecho para que el rechazado pueda escuchar los latidos de su corazón. 

     Una vez que el cordero es lo suficientemente fuerte, el pastor lo colocará nuevamente en el campo con el resto del rebaño. Pero éste, nunca olvidara que el pastor lo cuidó, cuando su madre lo rechazó. 

     Así, cuando el pastor llame al rebaño, adivina, ¿Quién es el primero en correr hacia él? Así es, el que fue rechazado, pues conoce su voz íntimamente. Y no es que sea el mas amado, es que conoce profundamente a quien lo ama. No es al que más ama el pastor, solo lo cree, porque ha experimentado ese amor cara a cara. 

   Muchos de nosotros somos corderos huerfanos, rechazados y quebrados. Pero Nuestro Señor, es el buen pastor. Se preocupa por todas nuestras necesidades y nos mantiene cerca de su corazón para que podamos escuchar su latir.

   Podemos estar rotos, o haber sido duramente rechazados, pero el Pastor nos amará profundamente para siempre..."